CERDOS INVASORES
Me acerqué a la sala de operaciones y le conté mi pesadilla al capitán. Parecía extrañado, pues soy hombre de pocas palabras; le conté que había soñado con el inminente ataque de cerdos humanoides posterior a una guerra nuclear. Que las grandes potencias del mundo firmaron un acta de rendición, después de que aquellos monstruos acabaran con todas las bases militares del mundo y que los pocos prisioneros fueron sometidos a horrendos experimentos. El capitán le contó mi pesadilla al alto mando militar: toda la junta estalló en risas mientras me señalaban como el bufón de la base. Como castigo, fui obligado a lavar todos los baños del alto mando. Minutos después sonaba la alarma: fuimos llamados a la sala de operaciones y pronto estaríamos todos allí. -Han atravesado nuestro perímetro de seguridad -dice el capitán, nervioso. Luego me señala -Tal parece que tu pesadilla se hizo realidad. -¿No resultamos victoriosos en la última invasión extraterrestre? -Esta vez es diferente, -y el capi