AMOR DE UNA MAPUCHE
Sin querer, mientras caminaba en la esquina de la Calle Quinta, te vi, con tu traje de mapuche, tus cantos ancestrales, tu cara adornada por el brillo del sol y el perfume de las rosas de la plaza. Seguro, dirán algunos ¿Que vi yo en una ¨india¨ (como despectivamente la llaman) para quedar perdidamente enamorado? Pues, amigos míos, esa mujer es tan radiante en belleza y espíritu... no solo es bello su rostro y su cuerpo... ¡Es más hermoso su corazón, porque ella no le da tregua a la humillación, al fracaso, a las ofensas! Orgullosamente, es una digna hija de Caupolicán, conversé con ella, me hize su amigo, quedamos unidos en amor de mente, de cuerpo y de ideales, me pidió para su regalo de bodas llevarla a Puerto Mont, para refrescar sus pasos en las mansas aguas del mar. José Alexander González Quizhpe, Ecuador.