SELECCIÓN DE POEMAS


CANTO A LA VIDA


De tanto y tanto que dormí en el llanto, de tanto y tanto que caí en el fango, hoy me levanto y canto.

Por la vida ando, contando y cantando; alegrías, anécdotas y esperanzas bohemias.

“El amor es uno y no te espera, el amor es todo y no se niega, en la vida el amor es el motor, así que ve y tómalo, disfrútalo por favor”.

Así sigo cantándote vida mía, hoy veo hacia arriba, todo es una maravilla, pintas con acuarelas de fulgor, la pintura de esperanza sobre el lienzo del dolor.

Así sigo cantándote vida mía, estamos en paz, ya nada me debes, ya te comprendí, los momentos tristes qué se nutrieron en mí, eran para hacer florecer la magia de existir.

¡Yo te instó mi hermano! A ser feliz, a vivir soñando y disfrutando cada nuevo sol, ¡Cantémosle a la vida sin razón! Ya basta del desazón de la incertidumbre, prendamos una lumbre y que arda la pasión por vivir un instante más.

Así sigo cantándote vida mía, se acabó el lóbrego llanto del arrepentimiento; el siniestro mermó, el demonio se cayó, la tormenta amainó, yo te canto vida mía, la guerra terminó.

SÚPLICA A MI CIELO

Siempre soberbio, siempre eterno, siempre ahí firme firmamento,

amo la galantería con la que te extiendes minimizando a todo el que te siente,

resquebrajas mi existencia cuando te vislumbro en toda tu magnificencia,

en esas noches claras de exasperante impaciencia.

Me encanta observarte, me siento pequeño al admirarte, pero también parte de algo más grande.

Me fascina intentar descifrarte, siento que descubro el absurdo de la existencia en toda tu arte.

Me derrumbas el estoicismo al filo de tus astros, porque me derrumbo en sentimentalismos al palparte.

Me matas los deseos de morir, sacas alas en mí, surco y vuelo junto a ti ¡Cielo mío lo que provocas en mí!

Envidio a las aves que te tocan, ¿Por qué esa dicha a ellas les toca?

Detesto las estrellas que en ti se esparcen, lo sé, son parte de tu encanto, pero yo, ni acercarme.

Satélites que te recorren, seguro se deleitan, telescopios que te desnudan hasta tus parajes desolados.

Cuásares bastos que rellenan tu infinito, pulsares tintineantes que se graban el refractar de tu luz cual fotografía, dichosos ellos, dichosos todos.

Tus atardeceres con sus arreboles son el néctar de mis amores.

Tus mañanas deslumbrantes, ¡Como opacan hasta el más elegante de tus expectantes!

Tus nubes grises que te empañan la vista y llueven, llueven haciendo los días tristes.

Tus noches de pasión que derriten mi corazón, todos tus cielos son de mi eterna admiración.

José Fernando Ramírez Santos 🇬🇹

Participante de la I Exposición Internacional 2024 de "Aventuras de Papel".

Comentarios

  1. Que hermoso, cuánta pasión se siente a leer estas palabras... definitivamente naciste para esto creo que la poesía corre por tus venas

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