BRUSCO
Dos, tres o quizás cuatro meses costó tu cambio de "vida" brusco.
A más de ser una frase monótona y clásica, fue un cuerpo "espléndido" el que te enloqueció imparablemente o quizás ya lo estabas y esto fue una fase de consolidación para aquello que habías dejado inconcluso.
Fue un cambio de "vida" brusco el que te hizo olvidar del crepúsculo en el que te hallabas sin salida alguna y alguien amablemente te guió a salir de él.
Fue el cambio de "vida" brusco que te hizo olvidar de quien eras realmente y te convirtió en quien nunca fuiste, tal vez no fuiste y esto es lo que realmente eras.
Fue tu cambio de "vida" brusco lo que ya no permite que te vea como lo que solías ser y diariamente borra todo rastro de aquello.
Ahora puedo decir "conozco tu vida y a tu vida".
También pedirte que te quedes con ella.
Génesis Sánchez Díaz,
Ecuador.
A más de ser una frase monótona y clásica, fue un cuerpo "espléndido" el que te enloqueció imparablemente o quizás ya lo estabas y esto fue una fase de consolidación para aquello que habías dejado inconcluso.
Fue un cambio de "vida" brusco el que te hizo olvidar del crepúsculo en el que te hallabas sin salida alguna y alguien amablemente te guió a salir de él.
Fue el cambio de "vida" brusco que te hizo olvidar de quien eras realmente y te convirtió en quien nunca fuiste, tal vez no fuiste y esto es lo que realmente eras.
Fue tu cambio de "vida" brusco lo que ya no permite que te vea como lo que solías ser y diariamente borra todo rastro de aquello.
Ahora puedo decir "conozco tu vida y a tu vida".
También pedirte que te quedes con ella.
Génesis Sánchez Díaz,
Ecuador.
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