AVENTURAS DE PAPEL

Mi voz se quedó dormida en el silencio, mis labios estaban totalmente gélidos.  Mi cuerpo era un lienzo de desesperación  y tu sonrisa se esfumaba en el mar.  Mi corazón llora y se esconde en el fondo de un acantilado de aguas violentas, ya no soporta ni un  solo sufrimiento más . La única parte de nuestra película que aún conservo, en el desván acongojado de mi casa, es en aquella escena en la que tú bailabas, en la que tú dibujabas en mi alma mucha emoción y romance con tus monótonos pero llamativos movimientos y en la que los cabellos marrones y dorados de los trigales de la pampa danzaban en el vaivén del viento. José Alexander González Quizhpe, Ecuador.

Dos, tres o quizás cuatro meses costó tu cambio de "vida" brusco.  A más de ser una frase monótona y clásica, fue un cuerpo "espléndido" el que te enloqueció imparablemente o quizás ya lo estabas y esto fue una fase de consolidación para aquello que habías dejado inconcluso.  Fue un cambio de "vida" brusco el que te hizo olvidar del crepúsculo en el que te hallabas sin salida alguna y alguien amablemente te guió a salir de él.  Fue el cambio de "vida" brusco que te hizo olvidar de quien eras realmente y te convirtió en quien nunca fuiste, tal vez no fuiste y esto es lo que realmente eras.  Fue tu cambio de "vida" brusco lo que ya no permite que te vea como lo que solías ser y diariamente borra todo rastro de aquello. Ahora puedo decir "conozco tu vida y a tu vida". También pedirte que te quedes con ella. Génesis Sánchez Díaz, Ecuador.

Acuérdate de mí esta noche... quiero ser la reina de tus pesadillas, la conciencia que te cuente las costillas, la despedida que te borre la sonrisa. Acuérdate de mí esta noche... nos sentiremos inútiles fantasías que se funden detrás de una poesía y despiertan cada mañana de espaldas. Acuérdate de mí esta noche... que el fuego te queme las espinas, las baldosas tiemblen doloridas por no sentir mis pies sobre la alfombra. Acuérdate de mí esta noche... y ahoga tus penas con agua bendita, roza tus codos con tus rodillas y enséñate a querer. Acuérdate de mí esta noche... ama hasta que tus ojos sequen, hasta que tus brazos vuelen o mueras con el alma entre tus manos. Ojalá el cielo te enseñe a querer... tus oídos te dejen entender que mis quejas son tu partida. Victoria Rodríguez, Argentina.

No pensé que llegaría a estar así,  mal, triste, vacío y desesperado. Un juego cósmico de las estrellas me distraía... ¿Como planear un futuro contigo, cuando soy para ti, un triste capítulo de tu pasado? El papel no sirve en estos casos para inmortalizar las emociones que me has causado. Al fin y al cabo, la tinta de mis cartas para ti se borrará con la lluvia y correrá por el camino sólido de una selva de cemento y penumbras. ¿Sabes? A veces voy  en mi auto a toda prisa, confiado en alcanzarte y a medio camino de la ruta 86 el aparato mecánico lleno de humo y cansancio en el que me movilizo se detiene. Entonces es como si te transformaras en un ser gigante. Me paro y trato de alcanzar tu cálido pecho y tu noble corazón, pero no puedo.  Mi ego me presiona a no ceder ante ti, pero ya cuando me suelto de sus cadenas es demasiado tarde... tú ya has partido con otro hombre y yo, sin nada ni nadie, me marcho de regreso a mi hogar, cargado de cosas en blanco y negro, lleno de dolor y cong

Una cálida gota de tu espuma,  un minuto bañado en tu altar, tu templo, el mar celoso de tu escultura, tal silueta que me hace suspirar. No basta decir un "Te quiero" o dedicarte una pieza o un clavel. Mejor me ahogo en tu arena, en tu cuello, me sumerjo en tu corazón, en tu ser. No me creas infantil solo por ser pequeño o un bambino en busca de pasión. Sé que lo tuyo siempre será eterno... ¡Oh.. dulce marea, musa de mi canción! Javier Medina Chapas,  Guatemala.

Carisma al mirar tus ojos... tu pupila brillando al compás de l amor y del momento. Belleza... cuando un instante pasa inesperadamente al observar el mundo es cuestión de tiempo digo yo. Pero al final todo termina ciclo tras ciclo, así ocurre, infinito, infinita verdad, crueldad, amor y armonía. Dana Laila, México.