NO ERA INVIERNO

En el bolsillo de un saco de piel
que no usé nunca,
encontré tantas heridas de mi ser
que no vi antes.

No me acuerdo porque lo compré
para no usarlo,
pero tiene tantas arrugas...
y vivió colgado.

En un instante frío
me sentí desnuda
y no importaban las arrugas,
quería abrigarme.

El saco era tan grueso 
como un pelaje,
pero helada me sentía 
y no era invierno.

Eran las angustias,
los recuerdos...
eran las caricias
y los silencios
que tenía ese saco
que nunca usé.

Victoria Rodríguez,
Argentina.

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