AVENTURAS DE PAPEL

Cada día gracias a ti digo adiós melancolía, gracias a ti  sonrió cada día... ¡Ya no de mentira! Los días melancólicos  se han ido,  las personas efímeras  no tienen existencia  desde que llegó  tu presencia. Cuando apagué la luz  te escuché,  como rayo de luz  en este recluso corazón. Encendiendo cada esperanza que parecía haberse desvanecido  con las promesas falsas  que me habían prometido,  ¡Espero que me entiendas  en estos versos mi delirio! Josué Moya Ecuador

El pueblo se entretiene con arroz y chocolate y bendice las torturas por ser celebridades. Los tiernos pequeñitos se esconden al ver un libro, porque tienen merecido de las verdades ni enterarse. El señor del café cerró el diario aquel con una prisa infinita que no advirtió las mentiras. Y los discursos tan bellos se aplauden desde lo oscuro porque hay tanto burro espectando feliz un degüello. Y mentiras en los lados de este círculo poliedro quieren comprar el cerebro de quienes aman aún más, de quienes aman la verdad. Victoria Rodríguez Argentina

Brisa Ojeda,  Argentina

Te he escrito mucho, poniendo en cada letra más que sentimientos en cada verso. Te he puesto en mi vida más de lo que imaginas, más de lo que crees, pero debo confesarte que te he amado con locura y con un poco de temor. Pero debo admitir que nunca respondiste a tiempo, afirmando mi mayor duda, nunca vamos a sentir algo parecido y lo mejor fue dejarte ir, aunque siga doliendo hasta hoy. Josué Moya Ecuador

Me duele el corazón primeramente, por que soy un hipertenso romántico y en segundo lugar porque soy como un niño que no quiere ser separado del juguete más entrañable que ha tenido.  Así, pues, Isabela Buendía me decía que todos los deleites amorosos, el contacto y el roce de nuestros labios, no eran verdaderos, su honestidad al hacerlos conmigo era nula y yo, estaba ilusionado porque ella me dijo quererme y ahora olvidarme.  Me dan ganas  de tomar el lápiz con que dios escribe el libro de la vida y borrar mi existencia, pero yo, sé que la suerte cambia para los desdichados y te esperaré, sentado en la banca del parque de Mayo. Estaré listo con la canción que a ti te gusta y con mis sentimientos en un cofre pequeñito, por si me muero en algún momento de mi vida, no me olvides a mí. Me recordarás como el hombre al que veías escribiendo en la máquina de escribir cartas de amor para ti, no me recuerdes con lágrimas, porque eso hará correr por tus mejillas el maquillaje francés con el qu

La muchacha caminaba sola por la orilla del río. S e la veía tan agobiada y deprimida,  su amor le había roto el corazón y solo pensaba en suicidarse.  De repente, desde adentro del agua del río, apareció un hermoso caballo que le hacía gestos, indicándole que subiera a su lomo. La muchacha vaciló por un momento, pero impulsada por un sentimiento de tristeza, aceptó la propuesta. En cuánto se subió, no hubo vuelta atrás, la criatura se sumergió en el fondo del lago, enviándola al lecho del río, perdiendo su vida y aquel vago recuerdo de él, que atormentaba su mente. Virginia Andrea Llobera, Argentina.