SIEMPRE ESTÁS EN MÍ

Sé que muchas cosas hice mal, que nunca te di el lugar que tu merecías. Nunca me di cuenta que tú parecías en un mar profundo de penas, mientras yo llenaba mi conciencia y mi cuerpo de efímeros placeres.
Ahora, cuando la vida me abre los ojos, y veo que es demasiado tarde, intento recuperarte pero no, tú me esperaste hasta donde humanamente podías hacerlo, bajo la lluvia y la nieve, entre el silencio y el dolor.
Te marchas, lejos de mí, no quieres verme, no quieres conservar nada de lo nuestro, ningun recuerdo o cosa que te haga acordar que yo te encontré en el momento perfecto, te hallé en los momentos en que necesitaba un apoyo, un abrigo para mi corazón frío y dolido.
Tal vez algún día, tu alma sane, y tú me perdones. Eres tú mi princesa, el reflejo del cariño y no del odio.
Te espero todo el tiempo necesario, y si Dios me llama algún día y borra mis pasos de este mundo, no te preocupes. Sabés que yo te amo y que no te guardaré rencor, porque en mi ser solo existes tú.

José Alexander González Quizhpe
Ecuador

Comentarios

Entradas más populares de este blog

LA LLORONA AQUÍ NO LLORA; PUES NO HAY NIÑOS QUE LLORAR.