Y así empieza mi historia, una historia que a muchos no les importa, y que hoy a mí me pesa. Como alma en pena estoy, ya no sé quién soy ni a donde voy. Todo lo que un día tuve lo perdí por cobarde. Y justo cuando todo era perfecto, lo arruiné, herí corazones, lastimé a personas inocentes, pero en especial a un ángel (Le corté sus alas con las cuales empezaba a volar, le robé su inocencia con un beso e hice que el amor que hice se convirtiera en odio). Supuse que mis actos eran perfectos, pero eran todo lo contrario, me cegué con los lujos, las falsas amistades, con la mujer escultural, con sustancias que yo sentía que solucionarían mis problemas, pero resultó lo contrario. A veces creo que haber nacido es una desdicha y que debería morir para terminar con el vacío que hay en mí. Me odio y aborrezco, porque todo lo que me rodea lo he arruinado. Pero estoy pagando por mi error, estoy solo con compañía, lloro sin lágrimas, sonrió llorando... ¡Estoy muerto en vida! Porque cuando por fin