PESADILLAS
En este mundo
frío y sombrío,
negro, inmundo,
cual río turbulento,
llevando mi alma
a la oscuridad
de la muerte,
muerte ya esperada,
anhelada, deseada.
Me hundo en soledad:
Te vas y solo me siento
sin ninguna salida...
¡Ya ni estoy viviendo!
Cada día más negro,
cada noche más fría...
¡Me escondo en el enojo
muriendo sin alegría!
Ya no ven mis ojos,
te alejas cada día
y siento los destrozos
de la artillería
disparada a mi persona.
Pero he de levantarme,
reconstruyendo mi vida,
esperando conseguir
lo que un día será mi meta.
Aunque sin esperanza alguna
(Pues ya he sido derrotado)
por aquel que más me odia:
¡Mi misma persona!
Aun así en las noches
veo el inmenso cielo
y su gran energía.
Veo el enorme mar
y su increíble grandeza.
Me siento libre
y pienso en todo
y a la vez en nada.
Pues así es el mundo:
¡Todo y nada!
Aun todo es diminuto
frente el gran universo.
Espejismo distante
que engañas mis ojos...
¡Dame un instante
de estar sin enojo!
Mi vida está vacía
(Todos la destruyeron).
Sin sentir culpa alguna
arrasaron cual estampida
todo lo que en mí se encontraba.
¡Cuantos lugares se han vuelto vanos!
¡Por los mismos motivos
cuantos se han reconstruido!
(Tantos como dedos en mis manos).
Ahora en soledad pienso
en el sentido de mi vida:
¡No encuentro ninguno!
El mundo me ha dejado sin sueños,
solo con pesadillas
de caídas al abismo,
de oscuridad infinita,
del dolor que sufre el mundo
por las personas que lo habitan...
¡Pesadillas de mi muerte
y pesadillas de mi vida!
Samuel Álvarez
Venezuela
16 años.
negro, inmundo,
cual río turbulento,
llevando mi alma
a la oscuridad
de la muerte,
muerte ya esperada,
anhelada, deseada.
Me hundo en soledad:
Te vas y solo me siento
sin ninguna salida...
¡Ya ni estoy viviendo!
Cada día más negro,
cada noche más fría...
¡Me escondo en el enojo
muriendo sin alegría!
Ya no ven mis ojos,
te alejas cada día
y siento los destrozos
de la artillería
disparada a mi persona.
Pero he de levantarme,
reconstruyendo mi vida,
esperando conseguir
lo que un día será mi meta.
Aunque sin esperanza alguna
(Pues ya he sido derrotado)
por aquel que más me odia:
¡Mi misma persona!
Aun así en las noches
veo el inmenso cielo
y su gran energía.
Veo el enorme mar
y su increíble grandeza.
Me siento libre
y pienso en todo
y a la vez en nada.
Pues así es el mundo:
¡Todo y nada!
Aun todo es diminuto
frente el gran universo.
Espejismo distante
que engañas mis ojos...
¡Dame un instante
de estar sin enojo!
Mi vida está vacía
(Todos la destruyeron).
Sin sentir culpa alguna
arrasaron cual estampida
todo lo que en mí se encontraba.
¡Cuantos lugares se han vuelto vanos!
¡Por los mismos motivos
cuantos se han reconstruido!
(Tantos como dedos en mis manos).
Ahora en soledad pienso
en el sentido de mi vida:
¡No encuentro ninguno!
El mundo me ha dejado sin sueños,
solo con pesadillas
de caídas al abismo,
de oscuridad infinita,
del dolor que sufre el mundo
por las personas que lo habitan...
¡Pesadillas de mi muerte
y pesadillas de mi vida!
Samuel Álvarez
Venezuela
16 años.
Comentarios
Publicar un comentario