EL MARTIRIO DE UN SAQUITO DE TÉ

¿Alguna vez te sentiste innecesario? Porque a mí, esta pregunta me a torturado toda mi existencia. Tal vez en esta vida no sea de mucha ayuda para los demás, es por eso que a muchos no les interesa ponerme un nombre, mucho menos saber sobre mi pasado. Lo único que hacen es tratarme como los demás y llamarme como los demás.
¡Oh!... Que triste es la vida de un ser confinado a los pares que solo hablan y conversan, como si sus vidas fueran remuneradas y agradecidas. ¿No se dan cuenta que son usadas por la angustia y el terror que los ahoga, los exprimen y luego los arrojan a la basura como crueles gorgojos que no hacen más que fastidiar?
Es perturbarte saber que mi vida está repleta de manipulaciones, y malestar de parte del mundo. Tal vez no merezca estar aquí, tal vez sea hora de ser diferente, de cambiar algo en mi vida o morir con la pena de saber que todos en el mundo nos conocieron pero ninguno fue capaz de valorarnos.
Quizás solo seremos apariencia, pero nada nos moverá de nuestro lugar cuando estalle todo, en especial sus cabezas contra el plomo demente de sus pensamientos sobre conquistar el mundo. Nosotros someteremos a la humanidad como lo hicimos alguna vez, y verán que no somos tan frágiles como pensaban.
Bueno, supongo que por el hecho de ser solo un saquito de té no se me permite fantasear y mortificar a los que me crearon con el fin de destruirme, o mejor dicho con el fin de destruirnos.
Peleas, guerras, muertes, burlas... Si todo eso significa ser una persona, mil veces preferiría morir con el martirio de ser, solo un saquito de té.

Martín Farel
Argentina
17 años.