EL HIJO DEL PRESIDENTE
De papá… ¡Todo es de papá!
No importa quién seas, importa hijo de quien sos. El
hijo de papá hace y dice lo que quiere, porque de última viene papá y paga los
platos rotos.
La vida es una ruleta y hay pocos números ganadores: Seguro
vas a perder, salvo que seas un príncipe o el hijo del presidente. Depende de donde te deje tu vida va a ser buena o un infierno, pero si no sos hija del Rey, hay
otra manera de ser princesa: ¡Casándote con el príncipe! Todo depende de que pieza te tocó ser del ajedrez: Si
te tocó ser reina o si te tocó ser peón. En este último caso tu vida va a ser
muy distinta.
Los sueños y los deseos son engaños
para que por un rato te sientas una princesa y te olvides de que sos Cenicienta, pero
tarde o temprano se hacen las 12 y el vestido se hace trapos.
Todos somos el dibujo de un pintor (Alguien decide que
lugar vamos a ocupar en la pintura).
En la vida hay dos clases de personas: Actores y
espectadores. A unos les pasa todo lo bueno, y los otros miran. El mundo es de
los otros, pero no eso que esta ahí, y
parece al alcance de nosotros, pero no jamás lo vamos a tener.
Sol Paz
Argentina
12 años.
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