A VICTORIA...

Dulce angél del Edén, no puedo negar tu singular y particular belleza.
Te puedo sonar un poco impertinente (Espero que no lo veas así). 
Solo creo que tú no solo iluminas con tu candidez un valle de alegría, sino el planeta entero.
De tan hermosa chica, no se esperaba solo su atractivo fisíco, sino también su hermosura espiritual, su personalidad tan buena.
Daría la vida entera, caminaría sobre fuego y nieve, para poder comtemplar todos los días de mi vida tus ojos encantadores, tu figura divina, caminando delicadamente sobre el mar, rebosando de mucha alegría y felicidad.
Tú, que eres la más hermosa de las estrellas que en la Vía Láctea se pasea como una niña coqueta, por siempre vas a brillar. 

José Alexander González Quizhpe
Ecuador
18 años

Comentarios

Entradas más populares de este blog

LA LLORONA AQUÍ NO LLORA; PUES NO HAY NIÑOS QUE LLORAR.