A MERCED DE LA RAZÓN

En varias ocasiones he sentido perder mi cordura. A veces no encuentro relación en lo que hablo ni en lo que escribo. He llegado a pensar que soy víctima de mis propios impulsos, que propician ser involuntarios. ¿Que estoy pensando? Resulta ser más complejo que saber ¿Que estoy haciendo? ¿Actuaba sin pensar o actuaba pensando? Era obvio que iba a arrepentirme de cualquier cosa que dijera sin pensar y que callara esas cosas que estaba pensando. ¿Sería por miedo a ser honesta o simplemente porque creía que eran palabras vanas en ese momento, en ese instante, donde debería decir todo lo que pensaba? Tendía a ser taciturna y pusilánime. Solo sé que necesito más audacia, para decir lo que quiero, sin temor a lo que pueda pasar.

Génesis Sánchez Díaz
Ecuador
16 años.

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